Entrevista Carlos Cuauhtémoc Sánchez
Para algunos, es un consejero infalible; para otros es un escritor de libros moralinos y prejuiciosos (adió ¡ ). Lo cierto es que se han desperdigado varios millones de sus textos en el continente y que su índice de ventas fue comparado, en el mundo latino, varias veces al de mi tocayazo Gabo García Marquéz.
Hace años que no concede entrevistas. ¿Por qué?
No es que no conceda entrevistas… es que lo hago en el extranjero. He sido muy maltratado por la prensa de aquí. Y he recibido muchas traiciones.
Pocas cosas se saben de su infancia y su familia.
Soy el mayor de cuatro hermanos. Nací y me crié en el norte de la ciudad de México. Desde muy joven tuve la idea de ser escritor, porque mi abuelo materno lo era. Una vez le pregunté cómo ser escritor. Me contestó: escribe una hora diaria hasta el día en que te mueras. Le hice caso, aunque no tenía nada que escribir entonces.
Si quería ser escritor, ¿Por qué estudió Ingeniería Industrial y no Letras o Filosofía?
Mi papá me hizo ver que a mi hermana, por ejemplo, le fascinaba la pintura; pero eso no quería decir que fuera a ser pintora.
Lo veo escribir los detalles de esta entrevista en una libreta. En un pasaje del libro Sangre de campeón invencible dice que hay que escribir los objetivos a lo largo de toda la vida en libretas que uno debe guardar. Y con ellas, a lo mejor, algún día en que uno sea famoso, se puede escribir un libro.
(Se ríe) Ésta es una de ellas. Las tengo numeradas. Y han de sumar más de 90, de toda mi vida. En ellas escribo lo que pienso, lo que me pasa. E incluso, es verdad, algunos detalles de esta entrevista.
Escribió: “la obediencia no es un valor por si mismo. Es malo obedecer lo malo y es bueno obedecer lo bueno”. ¿Quién dice qué es lo malo y qué lo bueno?
Tiene que ver con los principios de cada persona. Y si eres una persona sobria y alguien te invita a tomar, pues no vas. Es malo obedecer a alguien que te fuerza a hacer lo que no eres.
Y también dijo: “los alcohólicos tienen éxito en su vida porque borran de su mente el pasado y el futuro”. Eso de borrar el pasado, ¿No le suena peligroso?
Sí ,definitivamente. Ése es uno de los peligros de mis libros; que la gente tiende a tomar algunas frases. Sólo algunas frases….. (Ay tú maría cantú ¡¡)
Un peligro en el que ha caído solo, al publicar libros de frases, extraídas de los anteriores. (Burrroo ¡¡¡ diría Don Rulo)
Te refieres a los compendios Leyes Eternas. Pero….no son frases sueltas. Se trata de leyes completas, frases que se complementan unas con otras.
Usted dijo: “Los hijos pueden comentar las normas y enriquecerlas. Pero no rebatirlas o tratar de invalidarlas.”¿Hasta qué edad recomienda aplicar esto?
(Pone cara de: “A la tiznada ¿Cuándo dije eso?) Bueno, cuando un hijo se casa y tiene su propio hogar, pone sus propias reglas. ¿Que si se casa a los 35 años? Pues ,entonces que se vaya a vivir a otra casa. Eso es lo que pienso.
“Joven no te rebeles más contra las reglas y deja de cuestionar la autoridad” ¿Cuestionar la autoridad no contribuye a desarrollar un pensamiento propio?
Claro…….Sangre de campeón sin cadenas está dedicado a alguien que cuestiona todo el tiempo. Y finalmente cuestionar las reglas te hace una persona asertiva. Y no significa que seas rebelde.
Escribe usted a menudo: “los inteligentes hacen tal cosa….” Esa es una manera de decirles a la gente que, si hace lo que usted le dice, es inteligente. Y si no …..
Y si no eres un tonto (se queda un instante en silencio)……no lo había pensado ( de verassss?). Es posible. No trato de justificarme, pero tal vez sea un error. También hablando de las caricias íntimas, escribí “las chicas bobas”, que permiten que el sexo sobreabunde. Y cuando algo sobra, baja su precio.
¿Cómo si se tratara de una equivalencia bursátil? (el entrevistador pone cara de incredulidad)
Sí ¡¡¡ (se ríe)…..y cuando algo escasea, el precio es más alto.
Po’s les diré que la lectura de juventud en éxtasis 1 y 2, así como volar sobre el pantano además de los traumas y estigmas (que requirieron terapia familiar ajajajaj toi jugando) me dejaron algo ajajajaj digo siempre he dicho que por muy malo que sea el libro algo bueno por mínimo que sea te debe dejar, en este caso aprendí a no devorar un libro sólo por que tus amiguitos de primaria lo leyeron, menos si la que lo recomienda es tu tía la solterona de treinta y tantos años. Y como diría nuestro saltillense casi regiomontano Catón: pero que conste yo no estoy criticando, yo solo estoy diciendo, nada más……….
http://gabonico7.blogspot.com/2005/09/entrevista-carlos-cuauhtmoc-snchez.html
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Cuando un escritor de fama organiza una sesión de firmas, los lectores le presentan los libros para que estampe su rúbrica pero a Paulo Coelho , además le llevan flores, cartas y objetos de valor simbólico para quienes le hacen el obsequio. Hace unos días, en Fátima, le regalaron una piedra. Es un ejemplo de la comunicación tan especial que establece con sus lectores este autor brasileño que en su juventud ejerció de periodista, profesor teatral, ejecutivo de una compañía discográfica y letrista de canciones, que conoció la cárcel y el siquiatrico y descubrió su verdadera vocación tras hacer el camino de Santiago .
-Sus libros, donde subyace la espiritualidad, son leídos por millones, pero luego en la calle se ve a personas que sólo aspiran a ganar más, consumir en mayor cantidad, triunfar… ¿No es una contradicción?
-No escribo exactamente sobre espiritualidad, sino sobre el ser humano. Puedo escribir sobre la prostitución, en Once minutos; sobre un escritor, en El Zahir; una leyenda, como en El alquimista; o la locura, como en Veronika decide morir… Escribo sobre las cuestiones humanas, y no sobre las respuestas a estas cuestiones. Yo no soy quién para juzgar a las personas. Cuando escribo lo hago para cambiarme a mí mismo. La manera en que un libro toca a una persona es distinta a como lo hace con otra. El poder del libro es que el lector está convocado a utilizar su propia imaginación para llenar los espacios vacíos. No intento dar respuestas, sino hacer buenas preguntas.
Una nueva percepción
-¿Qué sitio hay en la sociedad actual para la intuición, para la magia, para todo aquello que no es lo más prosaico de la vida?
- Muy grande, cada vez más grande. Magia, no lo sé; pero sí mucha intuición , una nueva percepción del mundo que lleva a valorar lo que se debe valorar (la amistad, el tiempo, el espacio, el sitio donde estás, la naturaleza, las cosas simples de vida) y a la vez saber que la tecnología ayuda muchísimo a llenar algunas cosas. Hay mucho espacio si uno tiene los ojos abiertos, y poco si uno cree que ya lo sabe todo, que todo está arreglado. Esto último es una tontería porque nadie sabe lo que le va a pasar mañana.
-¿Sería su obra como es si durante la primera etapa de su vida no hubiese desempeñado oficios muy diversos y vivido aventuras y experiencias al límite?
-Ya lo decía Ortega, ‘yo soy yo y mi circunstancia’. No viví otra cosa, así que no lo sé. Yo siempre tuve la idea de vivir intensamente, con conciencia de la muerte, de que puedo morir mañana…
-Usted se ha convertido para muchos lectores en algo más que un novelista o un escritor. Es también casi como un guía . ¿Siente una responsabilidad especial por ello?
-Yo no sé si hay gente que me ve así, como usted dice. Ahora bien, todos tenemos una responsabilidad. La mía es poner lo mejor de mí mismo en mis libros y a partir de ahí, ni puedo ni quiero ni debo controlar la manera en que cada lector interpreta lo que digo en ellos. Eso sería un error.
-¿El viaje siempre es más importante que el destino?
-El destino es importante. Siempre hay que saber adónde se va. Si se hace el camino de Santiago hay que saber dónde está Santiago. Ese conocimiento ayuda a organizar el camino, pero es el viaje lo que se disfruta. Cuando llegas, estás cansado y ya se ha terminado el recorrido. Hay que saber combinar el rigor, que está representado por conocer el destino, con la pasión, que es el camino, la alegría.
-¿Para merecer el título de persona, de ser humano, hay que ser, siguiendo sus palabras, un ‘guerrero de la luz’, alguien capaz de superar las dificultades?
-Creo que sí. El verdadero ser humano, el que está vivo -porque hay gente que respira pero está muerta-, es el que está comprometido con una idea, entusiasmado por un proyecto. Aquí lo he encontrado en la gente que está trabajando en la catedral de Santa María. Para ser un ser humano hay que estar comprometido con la vida.
http://peregrinos.wordpress.com/2006/04/22/entrevista-a-paulo-coelho/
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